Se confunden cielo y tierra, en sendos amaneceres,
cuando despiertan placeres, en el alma del amor.
Es que se funden en uno, dos seres que tanto aman,
cuando mirando la luna, conversan sólo con Dios.
Enamorados presienten, que nada será distinto,
se abandonan al instinto, se entregan a la pasión.
Más luego, la cruel rutina, los desgasta sin quererlo,
ya deben hacer esfuerzos, para avivar la ilusión.
Esa vida que nos toca, muchas veces te desgasta,
encontras sólo falacia, no la quieres conocer.
Entonces vuelves recorres, tantos senderos perdidos,
creyendo que en el olvido, tu realidad cambiarás.
Por eso, sólo yo sueño, respeto lo que no es mío,
tampoco lo que es prohibido, me atraerá de verdad.
Nada mas lindo que amar, escribiendo mis poesías,
que le cantan a la vida, sin pedir, ni reclamar.
Valoro los sentimientos, que nacen de los poetas,
que no piensan en afrentas, ni tampoco pequeñeces.
Tan sólo viven su vida, sin escuchar las ofensas,
sólo sienten la tristeza, que produce el desamor.
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