Anoche tuve un sueño, tan real que aun pienso y revivo.
Sabes, me robaste un beso. Sí, fue un beso, de caramelo,
esperado tanto tiempo. Tus labios y los míos se unieron,
tanto amor, tanta sed ansiada, de ilusiones y esperanzas.
Anoche en la oscuridad, vi reflejos en nuestros ojos,
con una luz tenue. Penumbra insistente, vida latente.
Volví te miré nuevamente, amalgama perfecta, tu alma
la mía , sólo una. La inmensidad el infinito nuestra ruta.
No hizo falta nada, tú y yo, sólo besos, sin testigos.
Regocijo intermitente, te miré y acaricié tu frente.
Nada más, pasó pues la noche, se alejaba abandonada.
Felices tú y yo. Pasó la noche, llegó la madrugada.
¿Si me quedó algún reproche? No amor, sólo quería eso,
un beso, nos regalamos ese beso. Con tanto, tanto amor,
deseo regresar a mi sueño. Estoy enamorada de ti, tanto.
La vida me hizo este regalo, quererte, amarte, así lo hago.
No hay actitud, que cambie jamás, este sentimiento mío.
Nada podrá cambiar, la noche que he vivido junto a ti.
Nos besamos y tu beso fue sellar tanto deseo acumulado,
nuestras vidas, sin querer un día de verano, despertaron.
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