Yo te imagino, en mis noches, cuando río.
Cuando una estrella fugaz, me roza,
yo te imagino. Cada espacio que te busca,
es mi amor, sólo mi amor, mi desvarío.
Yo te imagino, cuando reflejo en mi alcoba,
tantas emociones locas. Bajo la luz del rocío,
yo te siento cerca mío. Estrépito , sigiloso,
entre tu lecho, el mío, te arrebato a mi destino.
Necesito tu presencia, como el aire que respiro.
Te necesito, te llamo, entre silencio y suspiro.
Te imagino, te imagino. Entre tinieblas, te miro.
Eres tú, me abrigas siempre, adorado sueño mío.
Es mi ley, amarte tanto, como amar es la condena,
que sufre mi corazón, al no tener tu presencia.
Yo te imagino siempre, escuchando mi latido,
que aprieta mi cuerpo manso, en ardiente desafío.
Yo te imagino siempre cuando parte una barcaza,
con ilusiones al río. Cuando sueños se deslizan,
entre tu cuerpo y el mío. Te imagino, te imagino,
ya no puedo separarme y te arrastro a mi camino.
Que interesan para mí, las razones que me deja,
el egoísmo del hombre, que no sabe ver la luz
que del alma del poeta, cae a la tierra embelesa,
transforma la tierra en oro y la piedra en la riqueza.
Sólo el amor, todo puede, sólo el amor, hoy te deja,
si tienes dormida el alma, la despierta, la despierta.
Candil tu luz ilumina, tu mente la despereza ,
el amor llegó a tu puerta, no huyas y sólo espera.
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